la primera moneda ha venido de una mujer mayor, con gafas redondas, pelo corto y entre rubio y canoso. me ha sonreído y yo le he devuelto la sonrisa junto con un "gracias". 
un rato más tarde, un hombre se ha parado a hablar conmigo acerca de tocar la guitarra a capela. la verdad es que no he entendido de lo que me hablaba hasta que me he puesto a escribir estas líneas. de él ha venido la segunda moneda. 
un poco más tarde he desmontado el chiringuito y me vuelvo a casa, mientras ecribo esto en el vagón. 
no he cubierto ni el billete. pero quizá hoy lo importante era dar el paso. llego a casa con una sensación agridulce, pensando en como mejorar. objetivamente, ha sido un fracaso, pero personalmente ha supuesto un triunfo sobre alguno de mis miedos. 
hay que seguir.